Me he hecho esta pregunta por mucho tiempo. No ha sido fácil decidir abrir una página en Facebook, pero finalmente lo he hecho y la inauguro con este post.
No es que tenga nada en contra de Facebook — aunque no soy fan de su propietario. La idea de compartir virtualmente es genial y ha sido ejecutada muy bien en la mayoría de sus aspectos, pero la gente se ha enfermado de fakeboosis y muchos presenta una forma sesgada de su vida demostrando “lo bien que les va” -aunque no siempre sea verdad- y a otros les da envidia en secreto — o no tanto. El comportamiento de la gente es lo que me genera tanto rechazo, junto con el frecuente y quizás hasta truculento cambio en las políticas de privacidad de esta red social.
Facebook, al igual que la tele, es un hoyo negro que succiona el tiempo y la empresa ha sacado provecho de ello. Además, cuentan con demasiados detalles personales de los usuarios y los usan casi a gusto, aunque hay que admitir que la información es entregada voluntariamente. Es una responsabilidad bastante delicada. Casi diría que es peligroso.
Pero, he de admitir que viviendo tan lejos de mi familia es la mejor forma de estar al tanto de cómo van sus vidas y ver a los pequeños crecer. También te enteras de algunos contenidos que aunque sean la minoría valen la pena y de noticias que los medios masivos a veces manipulan. Otro beneficio es el cultural, sitios y eventos que no necesariamente cuentan con alto presupuesto publicitario o son pequeños, pero la verdad es que viviendo en Barcelona la cantidad de invitaciones es tan abrumadora que ya no les presto atención.
Mi relación con Facebook es de amor / odio. Incluso en algún momento eliminé mi perfil y luego cree uno nuevo para hacer limpieza. Ya bien sabemos que los cientos -miles?- de contactos que tienes no son de verdad tus amigos.
Al final, luego de mucho darle vueltas decidí que efectivamente es una buena forma de dar a conocer el blog más allá del visitante casual de Facebook que pasa por el feed de noticias y descubre algún ensayo que publico desde mi perfil. También puedo comentar y poner contenidos de otras webs relacionadas al tema. Así también garantizo que los realmente interesados en el tema se mantengan en contacto.
Con esto de las páginas, la verdad es que me agota mucho cuando la gente me manda invitaciones, porque en su mayoría no son pertinentes. Me alegra mucho saber que abriste un blog en chino mandarín, pero si me tienes entre tus amigos de FB es probable que sepas que no hablo ni una palabra del idioma. Tampoco puedo ir a tu sesión de yoga de mañana en Caracas. Y así mil cosas más. Quizás sea interesante saber que abriste un bar en Buenos Aires, algún amigo tengo por allá que te puedo mandar, pero aún así hay que pensarse bien a quien le puede interesar y quien no es tan cercano como para no importarle el bar.
Yo no quiero sumar likes por sumarlos y tener muchos seguidores que no me siguen. Prefiero tener pocos pero que realmente estén interesados en los contenidos. Apenas publique este post haré la invitación a mi pagina de FB con la correspondiente explicación.
No me canso de repetir que pienso que no convences a nadie de nada de lo que no esté previamente convencido, pero me he sorprendido de descubrir gente que conozco que ya tiene interés por el minimalismo y no lo habíamos compartido, de modo que que quiero que más personas sepan sobre este blog, pues quizás hay más interesados de los que imagino.
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