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Mostrando entradas de enero, 2016

vanessa y sus 100 días sin comprar

Apropósito del post ‘ el reto de las 100 cosas ’ una amiga que también vive en Barcelona -Vanessa- me escribió para contarme que en lugar de reducir sus pertenencias a 100, estaba experimentando pasar 100 días sin gastar dinero, sólo comida y necesidades realmente básicas. Ella dice que lo ideal es un año, pero que empieza por proponerse ese tiempo. Le he preguntado de dónde había cogido la idea y si podía escribir sobre ello. Me ha dicho que podía hacerlo y que incluso podía mencionarla — ¡Gracias! En su mensaje me explica que la idea no la tomó de ningún sitio, que todo empezó por hacer rutas de senderismo en verano con frecuencia. Me ha sorprendido mucho, pues mi interés por el minimalismo empezó de la misma forma cuando hice 300 kilómetros del Camino de Santiago [ leer post ]. Vanessa me explica que ha perdido el interés por comprar cosas ‘porque sí’, que prefiere ahorrar para viajar o comprar equipo para hacer los recorridos de forma más óptima. Ahora tiene como objetivo un c

El reto de las 100 cosas

Hay infinitas aproximaciones al minimalismo. Una que me ha llamado la atención es  el «reto» de escoger 100 pertenencias que consideras imprescindibles  y manejarte en la vida diaria solamente con ellas. Una de las variantes que encontré propone hacerlo por  tiempo determinado ,  desde 1 hasta 6 meses , de modo de cambiar la propia perspectiva de lo necesario y así evaluar si la vida minimalista nos va y luego deshacernos de lo máximo posible, sin necesariamente disminuir hasta 100 objetos. Otras personas invitan a aplicar esto como  una vía definitiva . Cuando hay que definir  si un grupo de cosas relacionadas cuenta como una  es donde la propuesta se vuelve confusa. Por ejemplo, si eres ciclista, ¿la bicicleta y sus accesorios cuentan como  uno ? Hay quienes dicen que sí y además incluyen la ropa deportiva, y hay quienes lo dividen de formas distintas. Hay casos más obvios, como que un par de zapatos cuenta como  uno , pero en muchos casos esto se puede manejar a conveniencia

El primero en salir del aeropuerto

La semana pasada estuve cinco días en Galicia. Fui en una aerolínea  low cost  y he aplicado más o menos  la misma filosofía para empacar que en el  post « ¿Por qué cada vez que viajo quiero tener menos? » , pero con algunas variantes, pues era un viaje corto y el clima sería el mismo todos los días. La mochila iba a algo menos de la mitad de su capacidad y también llevaba mi pequeño bolso de diario con una tablet, dinero, documentación, gafas y otros pocos objetos. Aparte de la comodidad que ofrece  llevar las manos libres  al cargar una mochila, al no tener que registrar equipaje no hay que llegar antes para dejarlo en el mostrador ni esperar al aterrizar para recuperarlo. A la ida, todo perfecto: El vuelo semivacío, más que suficiente espacio. A la vuelta: domingo en la tarde después del puente de Reyes, el vuelo iba a tope. Yo estaba entre los últimos en abordar y en la puerta de embarque empezaron a recoger los equipajes de mano para enviarlos a la bodega del avión por falta

La señora que se llevó la lámpara

En estos días me deshice de una lámpara que por más que es guapa no le encontré lugar, pues  realmente no la necesito . He usado varias fórmulas para desprenderme de los objetos que he sacado de casa. Esta vez he decidido ponerla al lado del contenedor de la basura, como hacen algunos por aquí con las cosas que están en buen estado, para que alguien le de una segunda vida. He colocado la lámpara sobre un baúl que alguien más dejó en el sitio e inmediatamente ha llegado una señora que vio cuando la he dejado y me ha preguntado por qué me deshacía de ella.  No entendía que no me hacía falta , que tengo suficiente iluminación en casa. Hasta preguntó más de una vez si funcionaba. Le he asegurado que sí y hasta le dejé el bombillo puesto para que pudiera ser usada inmediatamente. Después de preguntarme dos o tres veces, se la llevó. Aunque me pregunto si realmente la necesitará,  no es relevante , entiendo que el minimalismo  no es para todo el mundo , ni pretendo imponerlo, solamente

La importancia de lo que no te gusta

Constantemente veo como mucha gente dice estar segura de lo que quiere, pero  nunca ha probado nada distinto  porque dice que no le hace falta. Y muchos  se dan cuenta tarde  de lo que se han perdido de conocer. A veces el golpe es fuerte. Si te embarcas en innumerables aventuras y aun así no descubres lo que realmente te gusta, al menos  sabrás lo que no te gusta con certeza . Yo personalmente lo considero más importante. Si sabes lo que no te interesa lo evitarás, pero estarás abierto a lo que no conoces y  descubrirás experiencias nuevas y estimulantes  continuamente. Eventualmente encontrarás actividades que  te apasionan de formas que no imaginabas . Admiro a los que desde muy pronto en su vida tienen  totalmente claro lo que quieren hacer permanentemente , se dedican sólo a eso y nunca se arrepienten, pero creo que realmente son pocos los que en algún momento no han tenido  dudas   e importantes frustraciones  por haberse perdido de otros caminos que no probaron. Siento qu



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