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la nación de los ex fumadores

Dado que para mi el minimalismo se trata de deshacerse de todo lo que no es realmente necesario, claramente el tabaco era un lastre gigantesco para lograrlo. Con algunas ideas sobre mi proceso personal, celebro con este post 100 días sin hacer ni una calada.
Luego de fumar unos 20 años lo deje completamente por un año (hace ya casi cuatro). Empecé de nuevo, lo dejé otros seis meses después de casi un año fumando y lo cogí de nuevo por un año y unos pocos meses.
En las temporadas en que fumaba lo dejaba por períodos cortos, 10–15 días, pero siempre había una excusa para volver. Estrés por nuevos proyectos, muchos compromisos sociales con fumadores y sobre todo cuando tenía conciertos en bares, entre la cerveza y el miedo escénico era casi inevitable. A veces también podía ser consecuencia de ansiedad social.
El minimalismo se puede vivir de muchas maneras, pero de acuerdo a mi versión personal y a los valores que derivan de ello, fumar está completamente en contra. Me gusta mucho estar al aire libre y en la naturaleza, andar en bici, llevar lo menos posible encima, vivir la vida a plenitud y enfocarme en menos actividades.
Con el tabaco al hacer senderismo, montar bicicleta o cualquier actividad física continuada se hacía difícil con tanto que fumaba que me quedaba corto de aliento. La llegue a pasar mal de a momentos.
Para fumar hay que llevar lo necesario encima todo el tiempo y tomar precauciones para no quedarse sin. Si es tabaco de liar ni hablar, más de lo que estar pendiente y más que cargar.
Finalmente decidí dejarlo una vez más, espero que esta vez sea para siempre. Hice lo que ya sabía que funcionaría, compre mucho zumo de naranja, me puse como fecha días en los que no trabajaba y no programe ninguna actividad. Especialmente nada social. El zumo de naranja es porque la nicotina hace que se el azúcar sea metabolizado más rápido, así que al dejar de fumar dan bajas de azúcar. Con algo dulce es más fácil sobreponerse a las ganas de coger un cigarrillo.
No creo en las ayudas como parches de nicotina o chicles, ya lo he intentado, y no lo veo efectivo, solo prolongan el sufrimiento mientras las farmacéuticas se hacen más millonarias. Mi única fórmula es dejarlo de golpe, preferiblemente sin salir de casa para nada al menos tres días. Son realmente infernales esas primeras jornadas, pero una ves superadas esas 72 horas ya empieza a ser más fácil.
Esta vez me apoyé también en la tecnología, usando una app en mi teléfono: wearecessationnation.com Allí se agrega el precio de una cajetilla de tabaco, cuanto fumamos al día y la fecha de la última calada. Con estos datos podemos ver en la pantalla principal el tiempo transcurrido, cuántos cigarrillos NO hemos fumando, el tiempo total aproximado que hubiéramos invertido en fumar y cuanto dinero hemos, ahorrado. Aunque lo último es superficial, pues lo más relevante es la salud, es una buena motivación.
A este punto, contando con 100 días, 2000 cigarrillos esquivados y 450 euros ahorrados es difícil volver, teniendo conciencia de esos números y de los beneficios para la salud, que se muestran en varios aspectos con porcentajes en otra pantalla.
La app se llama Cessation Nation (la Nación de la Cesación) porque tiene otra pantalla donde muestra los números de cuántas personas la usan, cuantos cigarrillos no se han fumado, cuanto dinero se ha ahorrado , etc.
Cuando tengo un ataque de ganas de fumar miro la aplicación. Al ver lo logrado hasta el momento me doy cuenta de lo absurdo que sería volver atrás. Puedo pasar días sin ni pensar en un cigarrillo. Poco a poco he ido rompiendo todas las asociaciones, ya no tengo que evitar casi ninguna de las actividades que asociaba al tabaco.
La verdad es que a este momento me siento físicamente mucho mejor. Ya no siento la dependencia de algo que me dominaba completamente, era un esclavo de la nicotina. Es increíble lo fuerte de la adicción que puede crear en algunas personas. Yo creo que debería estar más prohibida que otras sustancias. Algunos especialistas dicen que es más fuerte que algunas drogas ilegales.
Quiero hacer notar que el café lo deje hace casi cuatro años, cosa que también ayuda mucho. No se cómo hubiera sido el proceso de dejar de fumar siendo consumidor regular de cafeína. Si tomo café es muy de tanto en tanto y siempre descafeinado.
Por otro lado, estudios han demostrado que la nicotina ayuda a depurar la cafeína más rápido del cuerpo. Al dejar de fumar se puede llegar a mantener en la sangre el doble de esa sustancia estimulante, con lo que se recomienda reducir su consumo a la mitad.
He engordado unos kilos desde que dejé de fumar, pero ahora que me siento bien hago mucha más actividad física y voy en aumento, con lo que espero tener el tema del peso controlado.

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