Ir al contenido principal

¡no más fotos por favor!

Esta semana fui a una exposición realmente maravillosa, the art of the brick. Había escuchado sobre este artista hace unos meses y por casualidad al poco tiempo descubrí que venía a Barcelona. Encuentro uno de los pocos artistas contemporáneos que no me parecen ser desperdicio conceptual sin concepto y casi se me arruina la experiencia con los omnipresentes móviles.
No te puedes acercar a ver los detalles de ninguna pieza porque hay alguien posando extremadamente cerca y si no estás al menos a un metro y medio estorbas en la foto. Y si simplemente pasas de la gente y te acercas, los sujetos en cuestión se quedan allí esperando que te muevas, o sea en posición para la foto, con lo que sólo puedes ver un lado de la escultura, porque el otro tiene adosado una persona cuyo único objetivo, sin importar disfrutar del momento aquí y ahora, es tomarse una foto que probablemente ni mire más de dos veces en toda su vida. Pero claro, hay que mostrar en Facebook lo interesante que es nuestra vida.
Les dejas tomar la foto para salir del tema rápido, pero no es suficiente, ahora le toca al cámara. Y después una foto sin gente. Foto de los detalles. Y finalmente te puedes acercar.
La tecnología es algo fantástico, especialmente los móviles, aparatos realmente pequeños para el sin fin de funciones que pueden ocupar. Es algo que bien usado es una herramienta increíble, pero cuando empieza a ser el intermediario entre nosotros y el mundo creo que ya se convierte en una enfermedad.
No puedo dejar de sorprenderme cuando por ejemplo voy a un concierto y veo que hay gente que probablemente miró más de la mitad del espectáculo a través de la pantalla de su dispositivo. Lo peor, es que en Internet el mismo día habrá fotos del mismo evento, seguramente con mucho mejor calidad y más cerca realizadas por periodistas. En pocos días, sino el mismo, quizás hasta el concierto completo en vídeo.
Ahora que los músicos han descubierto que es imposible escapar de la omnipresencia de las cámaras y lo rápido que se comparte todo en Internet, muchos prefieren colgar sus propias versiones de sus presentaciones en mayor calidad.
Entiendo que quieras tener fotos para recordarte a ti mismo en un sitio o momento específico, pero a veces las mayoría de las fotos que tomamos no son a nosotros mismos. Claramente queda fuera de todo esto el que tiene una cámara profesional y tiene seriamente como divertimento la fotografía y la estudia.
¿Mi propuesta? Tomar un par de fotos donde aparezco para recordar el momento. Vamos, que en el pasado podía llegar a comportarme de la forma que critico, pero ya ahora tengo otra visión y disfruto más de estar realmente presente en el momento. Si quiero mas fotos o vídeos los busco en la red, pero normalmente dejo las experiencias en su lugar y voy a por las nuevas.
Además, si tomamos fotos para mostrarlas a otras personas lo más probable es que vean tres o cuatro, se alegren por uno y luego ya se aburran si los bombardeamos con las 600 fotos de nuestras últimas vacaciones tomando 30 ángulos de un mismo objeto cada vez.
En este blog he decidido tener la menor cantidad de fotografías posible, sólo cuando tengo fotos tomadas por mí del tema que estoy tratando y son pertinentes. Hasta ahora quizás no pasen de cuatro en más de 20 posts. No voy a colgar una foto genérica de un avión si hablo de viajar, ni un plato de comida de un archivo fotográfico si hablo de comida. Mientras más mynymomejor, enfocado en el contenido.

Comentarios




Creative Commons Licence